martes, 24 de agosto de 2010

El Problema de Dios en Heidegger. (Dos)

·EXPOSICIÓN SOBRE EL PROBLEMA DE DIOS EN HEIDEGGER·

Algunos ‘filósofos’, han caracterizado a Martin Heidegger como un filósofo nihilista, entre ellos Edith Stein, que en su crítica a la filosofía existencial de Heidegger (que es un apéndice en su obra magna, 'Ser finito y Ser eterno'), manifiesta que la filosofía existencial de Heidegger es una proclamación al nihilismo, ya que no da ninguna esperanza al hombre, más que la esperanza de morir, por el hecho (como otros autores lo mencionan) de no tomar en cuenta el tema de dios en su obra de Ser y Tiempo, por lo que otros autores dicen que su filosofía es totalmente a-tea, siguiendo la exigencia de Nietzsche, quien decía que para que hubiera un auténtico ateísmo, no deberíamos negar la existencia de dios, sino olvidarnos de toda gramática, y en ello dejar a un lado la problemática por dios; por otra parte hay otros, quienes manifiestan encontrar en Heidegger, un claro para llegar a dios.

*Pero lo que a nosotros nos importa, no es lo que hayan dicho los otros, que si su filosofía es a-tea, o teísta, o agnóstica, sino lo que haya dicho el mismo Martin Heidegger, respecto de dios.

Heidegger, en su exposición sobre el tema de Dios en la obra de los Aportes a la Filosofía, comienza diciendo ‘El totalmente otro ante los sidos, sobre todo ante el cristiano[1]’, y precisamente el totalmente otro, porque los cristianos se han apoderado del dios, han reclamado su pertenencia, y en ello se han consagrado a lo meramente óntico o de otra forma al ente supremo, que en todo caso es dios.

La cuestión ahora es ¿porqué ante los cristianos y ante los sidos*?, no solamente por que se han reclamado su pertenencia, sino que, el cristianismo (siguiendo el pensar Nietzscheano) es un dato de inautenticidad del dasein, no en cuanto hecho historiográfico, sino en cuanto impiden pensar al dasein, para Heidegger el cristianismo tiene que ser concebido como un nihilismo ‘porque es una consecuencia esencial del abandono del ser[2], y todo aquello que promueva el abandono del ser, es nihilismo. Aún el hecho de un abandono a la providencia de Dios y del Señor Dios, es una alta proclamación del nihilismo, como dice Heidegger ‘…por honradas que sean […] son sólo expedientes y perplejidades en el ámbito que no se quiere reconocer y dejar regir, como el ámbito de decisión acerca del Ser[3], por ello dice Heidegger, que el nihilismo más funesto es ‘el hacerse pasar como protectores del cristianismo[4] porque en ese mismo hecho, se quiere proteger el no pensar la esencia misma del Ser, sujetándose a pensar propiamente en el ente supremo que es dios.

El Ser se ha liberado de lo ente, dice Heidegger ‘…ha abandonado tan fundamentalmente al ente, y librado éste a la maquinación y al vivenciar…[5]’, De modo que el Ser no está en lo ente, y por lo tanto todo vivenciar (tenga el carácter que tenga), será siempre un vivenciar óntico. Precisamente el vivenciar óntico, las efusiones sentimentales, el culto divino habitual, y los consuelos son para Heidegger expresión de un A-teísmo, porque son por así decir un reemplazo de la divinidad de los dioses[6], el cual impide meditar el advenimiento del ser en el dasein. *El hecho es que las experiencias anteriores, se encierran totalmente al plano de lo óntico y no se abren a la experiencia fundante del Ser en el dasein.

En el sentido anteriormente expuesto entra la siguiente cuestión, cómo se supera el nihilismo de la institución religiosa, ¿Cuál es su lugar?; sin duda alguna, el cómo en cuanto modo y lugar de superación del nihilismo es el dasein, al respecto de esto dice Heidegger, ‘el lugar […] es el ser-ahí, sobre cuyo fundamento por primera vez el ser mismo llega al saber como el rehuso, y con ello como el evento-apropiador. En la experiencia fundamental de que el hombre como fundador del ser-ahí es usado por la divinidad del otro dios, se inicia la preparación de la superación del nihilismo’.

De modo que el problema de Dios en el pensamiento de Heidegger se irá develando a través de los siguientes conceptos, el dasein (o los futuros), el otro dios (o el último dios).

¿Quiénes son los futuros? Son aquellos donde adviene, el acercamiento y lejanía del último dios, esta cercanía y lejanía del último dios es tambien develación de la verdad del ser, y sabemos bien que la verdad del ser sólo se muestra en aquellos que preguntan, pues como dice Heidegger ‘la pregunta es la devoción del espíritu’.

La verdad del ser deviene… sólo a través de los que preguntan. Ellos son los verdaderos creyentes, porque –inaugurando la esencia de la verdad- se detienen en el fundamento.[7]’, de modo que al hablar de los futuros (aquellos donde se da el advenimiento de la verdad del ser), los insólitos (los que preguntan por la verdad del ser), y los creyentes (los que inauguran la verdad del ser), estaremos hablando del mismo ser, el dasein-auténtico-y-creyente.

La disposición esencial de los futuros es el pase y el salto, que en su esencia aguardan no el pensar metafísico, sino la superación de éste, de modo que pase y salto, son la configuración a un nuevo pensar, al pensar mismo del ser por el ser, que tiene como condición de posibilidad ‘el desocultarse del abandono del ser[8]’, el abandonar el abandono-del-ser, y dar el pase y salto hacia el preguntar esencial por el ser.

Los futuros son aquellos que buscan al último dios, y que en su buscar ‘tienen que estar aparentemente en contra del pueblo[9], aquí su relación con los profetas, como aquellos que auténticamente buscan al dios, y que comunican la verdad del dios, a aquellos que no la han encontrado, y que en su comunicar la verdad del dios, han de estar aparentemente en contra del pueblo.

Ahora la misión de aquellos que tienen la verdad del último dios, es decir de los pensadores (los otros, los futuros, los profetas, los insólitos) es precisamente ser guardianes de esa verdad fundante[10].El hecho de la fundación de los futuros, es muestra de que en ellos brilla el último dios, y que todos ellos fundan al dasein, a través del cual oscila la cercanía del último dios[11].

En resumen podemos decir que los futuros, son aquellos quienes se preguntan por el sentido y verdad del último dios, y que en ese preguntar esencial, el último dios brilla en ellos, lo cual los caracteriza como portadores y custodios de su verdad; además es necesario recalcar la gran relación que existe entre el futuro y el dasein auténtico, que en todo caso es el mismo, pero que el preguntar del dasein es de un orden más intimo.

¿Qué es el último dios? Como dice Heidegger, el totalmente otro.

El último dios es precisamente la superación del dios pensado en la tradición metafísica[12], y como para Heidegger la metafísica es el abandono del ser a lo ente, se trata de un dios óntico, y que en todo caso el cristianismo también proclama un dios metafísico ya que la teología está fundada en la metafísica, y con ello fundada en el olvido del ser. Por esa razón parase no importarle a Heidegger el problema del dios metafísico. Por ello el último dios es fundación auténticamente filosófica, puesto que la filosofía es ‘el preguntar del ser por el ser[13]’, y el claro del último dios es manifestación del preguntar de los futuros.

El último dios no es el evento mismo (el ser como lo eventual, como el fundamento fundante de toda realidad), él es sin duda ‘la verdad del ser con su más intimo brillo[14], de modo que el ser ha fundado al último dios, en el claro mismo de su verdad, de lo que tambien podemos decir que el último dios goza del ser, y al hecho de hablar del último dios, hablamos de un hecho o evento singular, pero del cual no debemos afirmar ningún mono-teísmo o especie de teísmo, puesto que estas directivas del dios ‘tienen la metafísica como presupuesto pensante[15], y tampoco hablar de una redención en la cual actúa dios para con el hombre, sino hablar de una inserción, que tiene su fundamento en ‘la pertenencia del hombre al ser a través del dios[16]’.

Con todo esto queda superada la versión metafísica del dios, ya que la pregunta metafísica era respondida a través del ente, ahora la pregunta por el ser se responde por desde el mismo ser, que en su verdad y sentido, se manifiesta en el dasein, quien establece una relación con el ser, a través del dios que ha sido fundado por el ser.

Para Heidegger, el dios no ha creado a los hombre, ni estos a los dioses. Es la verdad del ser la que decide sobre ambos, en tanto no gobierna sobre ellos, sino que acaece entre ellos[17]. De modo que el fundamento de la deidad, es la verdad del ser, y como ente que es dios se conoce a través de la interpretación de su entidad como presencia producida.

Por. Eduardo Rincón Sánchez.

[1] HEIDEGGER M. ‘Gesamtaugabe; Beiträge zur Philosophie (Vom Ereignis)’ Vol. LXV; Trad. Dina V. Picotti, ‘Obras Completas, Aportes a la filosofía (Acerca del evento)’ Vol. LXV, Ed. Biblioteca Internacional Martin Heidegger, y Ed. Biblos, Buenos Aires, (2006), Pág. 323.

[2] Ib. Pág. 122.

[3] Ib. Pág. 123.

[4] Ib. 123.

[5] Ib. 123.

[6] HEIDEGGER M. ‘Gesamtaugabe; Besinnung’ Vol. LXVI; Trad. Dina V. Picotti, ‘Obras Completas, Meditación.’ Vol. LXVI, Ed. Biblioteca Internacional Martin Heidegger, y Ed. Biblos, Buenos Aires, (2006), pág. 207.

[7] Ib. HEIDEGGER. Aportes a la Filosofía, Acerca del evento. Pág. 28.

[8] Ib. Pág. 318.

[9] Ib. Pág. 320.

[10] Cfr. Pág. 325.

[11] Cfr. Pág. 321.

[12] De ahí mismo que Heidegger nombre paso*, a la etapa de transición del pensamiento metafísico al pensamiento auténtico del-pensar el ser mismo, el último dios es la superación del dios metafísico.

[13] Cfr. Pág. 339.

[14] Ib. Pág. 328.

[15] Ib. Pág. 329.

[16] Ib. Pág. 331.

[17] Cfr. HEIDEGGER, Meditación, Pág. 205.

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